La nueva economía, el desarrollo tecnológico, la globalización son algunos de los factores que hacen que la Gestión del Conocimiento haya adquirido cada día más relevancia a la hora de generar ventajas competitivas.
La Gestión del Conocimiento se define como:
la gestión estratégica del capital intelectual de los miembros de una organización con la finalidad de añadir valor en sus productos y servicios.
Para conseguir esta ventaja competitiva es imprescindible crear las condiciones necesarias para que los flujos de conocimiento se creen y se compartan, creando un entorno de trabajo colaborativo, que este dotado de una clara vocación de aprendizaje.
Las organizaciones son sistemas complejos, para poder implantar un proceso de Gestión del Conocimiento es imprescindible observar e interpretar todas esas características que hacen que cada organización sea única , para poder así facilitar las herramientas validas para poder potenciar su conocimiento.
La empresa basada en el conocimiento devuelve la importancia al individuo como centro de la creación de valor en las organizaciones, sin renunciar a su desarrollo personal, pero poniéndolo al servicio de la organización.
Si el talento individual es imprescindible a la hora de realizar una tarea definida, cuando hace falta un enfoque creativo y lateral necesitamos de la inteligencia colectiva.
Son las personas entonces y su conocimiento el único y verdadero valor diferencial de una organización, y uno de los grandes retos de la gestión empresarial es que las organizaciones cuenten con el potencial de los individuos que las componen.
La empresa siempre ha utilizado el conocimiento, pero no ha sido hasta ahora que algunas han decidido utilizar el conocimiento como base de su organización.
No se trata de acumular conocimiento, sino de diseñar organizaciones en las que sus relaciones estén basadas en flujos continuos de creación e intercambio de conocimiento.